29 octubre, 2008 | | 1 comentarios

Cáncer


Voy a repetir muchas veces la maldita palabra. Para exorcizarla, descomponerla, gastarla.


Hasta quitarle el sentido, purgarla, ahogarla, dejarla inerte, impotente, vacía:
Constelación de cáncer
Signo de cáncer
Trópico de cáncer
Cáncer – bero
Cangrejo
Yes, I can – cer
Can – ser
Can – sado de ser
Cáncer, cercan, cercano, – cerca – no, no ser
Ca (n) re – cer
Tiene el poder de cambiarnos el gesto, dejarnos sin habla, helarnos la sangre. Quisiéramos salir corriendo, como si el solo escucharla pudiera contaminarnos. Tarde.
Palabrita de aspecto inocente, dos sílabas, ningún diptongo, o hiato … nada raro. Si hasta podría ser el nombre de una flor: - “Un ramo de cáncer, por favor”.
Así y todo, pone a temblar al más fuerte, mientras se pasea de boca en boca, de papel en papel cambiándonos la vida para siempre.
Nos pone a rezar a santos de varias religiones, sucesiva y hasta simultáneamente, a putear, a llorar. Nos hace tomar, adelgazar, suspirar. Nos quita el sueño y la concentración …. Bien mirado, es parecido al amor. Con razón dicen que el amor es una enfermedad …

09 octubre, 2008 | | 1 comentarios

En viaje

















Mi colectivo
Se va alejando
Llego con miedo,
Parto y me quedo
Llego y me muero
Voy y me parto
Como en el parto
De un niño muerto.
No quiero verte
Seca, quebrada
Mejor soñarte
Iluminada.

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La Malamada


El bolso se le quedó trabado en la puerta del ascensor. Es que estaba apurada por llegar a casa y sentarse a llorar sin más testigos que su gata Catalina. Puteaba por dentro porque sabía que no debió haberse puesto rímel (bah … en realidad, ni siquiera debió haber salido de casa). Otra vez ese conocido dolor en la boca del estómago, y la seguidilla de noches interminables y amaneceres de ojos hinchados. Por qué estos malos amores repetidos? Qué había en ella que conjuraba estas historias? Será que parecía necesitar algo? Amor, afecto, protección? No era más linda, o más inteligente, o con más curvas que otras, tal vez sí más frágil. Entonces corrían los príncipes azules a ofrecer sus capas, espadas y coronas. Ella aceptaba. Quién podría culparla? Y por un rato, se cumplía su sueño de ser el centro del universo, de su pequeño universo de papel glacé. Después, “pase por caja”: tarde o temprano, le muestran que en realidad esperan adoración total y sumisión incondicional. Pero cómo! … y el amor? Bien, gracias, seguramente quedó en otra parte. En ese momento se da cuenta que nada es suficiente: ni lo que dio, ni lo que se bancó. Y que, para colmo, pasó el tiempo, y ella, que ya no es una nena, no sabe jugar a otro juego. Bueno, al menos, aprendió a tener siempre a mano varias cajas de pañuelos de papel, dos botellas de licor y el teléfono de la heladería. Y a la gata.

05 octubre, 2008 | | 1 comentarios

Hay días ...


Hay días en los que no soy

ni la sombra de mi sombra,

días tan fríos , tan oscuros,

que parece imposible que algo vaya a florecer de nuevo

alguna vez.


Entonces me voy lejos

me olvido de mi nombre

pierdo la fe.


Hay días, como hoy,

en que lo único que podría traerme de vuelta

sería tu abrazo.